viernes, 1 de marzo de 2013

Repartieron cuatro cartas. La primera fue un 1 de tréboles. La suerte de mi lado me acompañó a hablarle por primera vez. La segunda fue un 4 de diamantes. La suerte otra vez me acompañaba a hacerme su amiga. La tercera fue un 7 de picas. La suerte me ayudaba a querernos y apreciarnos como nunca. La última fue la esperada. El esperado as de corazones. La suerte estaba en mí. Yo era la suerte y por fin me encontré con vos. Pero ya me quedé sin cartas, y en la última ronda no sumé el puntaje máximo. Pero el juego continúa y yo solo tengo dos opciones:
Abandonar, con un alto puntaje.
Seguir jugando, peleando para ganar.

Habrá que barajar y dar de nuevo, sin esperar que nos venga un puto as.