lunes, 8 de noviembre de 2010

Me enamoré.

Nunca conocí la gloria en cuestiones del amor. Sin embargo a veces me siento la persona que más sabe de romances. ¿Por qué me pasa esto a mi? Yo creo que el más experto es aquel que más aventuras tuvo, pero quizá esté confundida... quizá las desventuras amorosas también son parte de la cosecha.
Me enamoré una vez... de alguien que no valía la pena. Egoísta, creído, que siempre quería demostrarse superior a los demás, nacido entre el 21 de julio y 22 de agosto, propio del signo Leo. ¿Me registraba? Creo que solo sabía mi nombre, y pronunciaba mal mi apellido, pero con tan solo escuchar su voz se me iluminaba el día. Él era la causa de mis sonrisas. Solamente él y nadie más. Pero nunca pasó nada... más que un abrazo y un par de besos en el cachete de saludo y despedida.
Me enamoré otra vez... de alguien que me hizo reir más que llorar. También era creído -la persona más creída que conocí- y quería demostrar que era él el líder, aunque bueno... tenía alma de tal. Nacido dos días después que mi primer amor... pero era un año mayor. ¿Me registraba? Sí, de hecho llegó a conocer a mi familia, y me llevó a dar vueltas en su camioneta, aunque siempre acompañados por alguien más, jamás solos. Él era la causa de mis sonrisas. Solamente él y nadie más. Yo quería ir a donde él se encontrara. Perseguirlo, pero disimulada e inconscientemente, por supuesto. Pero nunca pasó nada... más que miles de besos en el cachete y expresiones tales como "te quiero amiga".
Me enamoré una vez más... de la persona que más sonrisas me sacó en mi vida. Tímido, callado, aunque muy divertido, me enseñó cosas que nunca las hubiese aprendido sino fuera por él. Teniamos cosas en común. Hablar con él siempre fue mi mayor felicidad. Si estaba triste, lo primero que hacía era llamarlo, y así me convirtió una lágrima en una sonrisa. Nacido entre el 21 de junio y 21 de julio, propio del signo antecesor a Leo: Cáncer. ¿Me registraba? Sí, claro que sí. Fue el que más me registró y con el que más cosas compartí. Nos sacamos fotos juntos, aunque tuvimos pocas oportunidades los dos solos. Nunca pasó nada... siempre abrazo, nunca un beso. ¿Y ahora...?
¿Y ahora qué?
Tengo tiempo...
Nada terminó...
28 horas.