
Ilusionarse no tiene sentido cuando sabés que nada de lo que pensás va a pasar.
Ilusionarse no tiene sentido incluso si crees que puede haber una probabilidad de que pase.
Pero entonces ¿ Qué sentido tiene ilusionarse ? ¿ Absolutamente ninguno ? ¿ Y entonces por qué nos gusta especular cosas que creemos muy probables que NO pasen, pero las seguimos inventando igual ? La respuesta está en el alma de cada uno. Nos ilusionamos porque nos encanta crear una historia perfecta en nuestra cabeza. La historia exacta de cómo serían los hechos y escenas si el libreto lo tendría que crear cada uno. Es por eso que nos conmueve imaginar y especular. Porque si en la vida real no puede pasar, que pase entonces en nuestros sueños, pero QUE PASE. Porque siempre lo que imaginamos queremos que se cumpla, por más que sepamos que es el 99% imposible, creemos en ese 1%, siempre, porque si no creyéramos, no lo imaginaríamos.
Sin embargo, hay veces en las que empezamos a crear esa historia, y nos detenemos en la mitad y decimos " Esto no va a pasar, no tiene sentido que lo imagine ", y eso se debe a nuestra falta de fe y confianza, pero a un intenso poder de realismo.
Si somos personas realistas en la vida cotidiana, dejar de crear esa historia no nos costaría mucho trabajo, pero una persona muy optimista e ilusa, no podría parar de imaginarse esa historia perfecta, esa historia ideal.
Samuel Johnson nos dice: " Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón "
es decir, siempre es bueno tener una posición realista y una ilusa, porque si solo mantenemos la realista, nuestra vida estaría ahogándose siempre en el mismo vaso de agua, y si la mantenemos ilusa, también.