Siento algo extraño.
Es increíble sentir esto.
Me siento vencida. Me siento perdida.
Siento que todo se acaba, que todo se termina.
Pero a la vez siento que todo empieza, que todo germina.
¿Qué es esto? ¿Cómo se llama? ¿Confusión?
Estoy confundida, entonces.
Estoy perdida.
En realidad... me estoy perdiendo.
Pero solo porque me esté perdiendo, no significa que esté perdida por completo.
Entonces no estoy perdida, simplemente me vence el miedo (como si fuera poco).
El miedo me vence.
Me vence la indecisión.
Me vence la ansiedad.
Estoy ansiosa.
Y no solo lo estoy, sino que lo soy.
Soy ansiosa. Muy. Y no es una virtud.
Me gustaría poder enforcarme en otras cosas.
Me gustaría poder seguir adelante, aunque pierda, porque ganar no lo es todo.
Lo más importante no es ganar.
Lo más importante es disfrutar. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido.
Por lo tanto, lo importante es gozar, disfrutar, y no se disfruta sin haberlo sufrido antes.
O tal vez nunca lo has sufrido, y ahora lo estás disfrutando igual. Es posible. Es probable.
¿Todo es posible?
Todo es posible.
Así como todo llega, en algún momento. LLega, si. Tarde, pero llega.
Pero no me gustaría que llegara tarde. No debería llegar tarde. El tren debería llegar a tiempo.
El tren debería llegar a la hora que marca el boleto. Si el boleto marca la hora 04:10, debería llegar a esa hora, ni más, ni menos. Pero eso es desde mi punto de vista. Desde mi ansiedad.
Por lo tanto, no todo es puntual, pero siempre uno prefiere que lo sea.
Muchas veces decimos "¡Qué impuntual que es!" pero no nos damos cuenta que nosotros mismos también somos impuntuales. Somos ciegos ante eso. Y somos ciegos ante muchas cosas más. Yo me incluyo completamente.
Soy ciega.
Soy sorda.
Soy muda.
Ante la verdad, soy ciega. Me tapo los ojos cuando no quiero ver.
Ante la verdad, soy sorda. Me tapo los oídos cuando no quiero escuchar.
Ante la verdad, soy muda. Me tapo la boca cuando no quiero hablar.
Y así somos muchos. Pero no siempre somos así. Somos ciegos, sordos o mudos cuando nos conviene. Eso se sabe.
La vida no es como uno se la imagina. La vida es corta. Y es larga. Es simple. Pero es compleja. Es buena. Y es mala. Es alegre. Pero es triste.
Pero además de todo eso, es impredecible.
La vida es impredecible.
Y yo siento que mi vida lo es. Es impredecible. Esto me hace pensar que las cosas buenas, llegan en cualquier momento. Ya, o después. Hoy, o mañana.
Y si. Es así. Las cosas malas también llegan en cualquier momento.
Y esto a veces me confunde. Pero bueno, la vida también es una confusión.
La vida es una gran confusión.
Y esta fue mi vida. Porque ahora ya no estoy.
Mi vida llegó.
Y se fue.
Mi vida pasó.
Esta fue mi vida.
Corta y larga. Simple y compleja. Buena y mala. Alegre y triste.
Fue increíble sentir esto.
Y ya no lo siento más.